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Núcleo Local del PCE en Almansa

En Almansa el Núcleo Local del PCE Almansa viene saliendo a la calle con mesas informativas informando acerca diversos temas

Basta de amenazas y sanciones contra el pueblo de #Irán: ¡tenemos que parar la guerra!

Ante la amenaza de agresión imperialista llamamos al cese de la represión contra la izquierda iraní y a la formación de un frente patriótico.

¡No al golpe! En defensa de la soberanía de Venezuela ¡Hay que parar a los imperialistas! ¡No a la guerra!

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Los Derechos de la Clase Obrera lo primero

Nuestros Derechos los construimos con el trabajo de nuestras manos en la pelea diaria contra el Capitalismo

Partido Comunista de España

Afiliate, para avanzar con nuestro Partido en la lucha laboral y social

Exprópiese, Defender la Industria, el Empleo y la Soberanía

Sin soberanía en nuestros medios de producción estratégicos quedamos vendidos

República es Trabajo, Techo, Dignidad, e Igualdad. República es Democracia y Futuro

Nuestra apuesta es por una España republicana como la expresión de la estrategia de ruptura democrática y de construcción de un proyecto de país solidario y en común

sábado, 12 de octubre de 2019

Comunicado del Núcleo Local del PCE en Almansa en solidaridad con la lucha de los Pensionistas. 16 octubre, todas y todos a Madrid


COMUNICADO DEL NÚCLEO LOCAL DEL PCE EN ALMANSA


Este próximo miércoles 16 de octubre se producirá una gran manifestación en Madrid convocada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones al objeto de defender las pensiones, que están siendo objeto de agresión continua por parte de los diferentes gobiernos de nuestro país, controlados por la UE a instancias de la Troika. 

En el Núcleo Local del PCE en Almansa queremos enviar todo nuestra fuerza y apoyo hacia este colectivo que está luchando denodadamente por mantener este sistema de solidaridad intergeneracional. Su lucha es nuestra lucha, el Sistema Público de Pensiones es el modo por el cual todos y cada uno de nosotros el día de mañana podremos tener la garantía de jubilarnos dignamente.
Frente a las agresiones, que no tienen otra finalidad que convertir este Servicio Público en un campo de especulación y negocio, dejando a la gran mayoría de pensionistas presentes y futuros en la indefensión con jubilaciones de miseria, nosotros opondremos lucha sin cuartel.

Se estiman en más de 9 millones de pensionistas actuales con los que cuenta el S.N.P., la gran mayoría con pensiones irrisorias. Muchos de ellos tienen que elegir entre medicarse o comer, porque la jubilación no da, llegándose al caso de ser desahuciados de su casa porque su jubilación es paupérrima e incluso morir, como ha llegado a ocurrir. Estas situaciones son vergonzosas y sólo tienen un responsable, que son las administraciones que ceden a tal barbaridad capitalista.

El Estado debe ser el garante de que estas violencias sistémicas no ocurran, no pueden permitirse sucedan estos hechos mientras bancos, que han sido rescatados con dinero público declaren anualmente beneficios. No puede ser soportemos grandes fortunas y riquezas sin cotizar como se debieran y lo que es peor eliminando impuestos a estos colectivos. No puede ser que la Iglesia no declare el IBI y este exenta de toda fiscalidad. Es una anormalidad democrática pagar sueldos a una familia real que nadie ha elegido y que no produce nada absolutamente o comprar armamento inútil para no sabemos qué compromisos. ¿Hasta cuándo vamos a soportar tal nivel de vileza mientras se rescatan bancos, autopistas o Proyectos Castor?.

En nuestro Núcleo comunista hacemos nuestras las propuestas de la Plataforma Estatal de exigir una pensión mínima de 1080 €. fijada por la Carta Social Europea. Derogar todas las reformas en este ámbito realizadas por PP y PSOE, situando la edad máxima de jubilación en los 65 años. Recuperar el poder adquisitivo de los pensionistas que durante todo este tiempo ha ido cayendo. Negar el factor de sostenibilidad impuesto por el gobierno del PP. El pago de las Pensiones ha de ser garantizado por la Constitución, revalorizándolas automáticamente y como garantía de ello, realizar una completa reforma fiscal que revierta directamente en las rentas del trabajo, auténticas pagadoras de las sucesivas reformas. Y para terminar anular la intención de incluir la “Mochila austriaca” del modelo de indemnización por despido.

Por todo ello hacemos un llamamiento a apoyar estas acciones; las marchas están llevando a cabo las columnas de pensionistas que confluirán en Madrid en dicha manifestación, a la misma manifestación que se realizará este próximo miércoles 16 de octubre a partir de las 11 de la mañana en Madrid, a tantas y tantas concentraciones se convocan para secundar esta movilización porque, en fin, si dejamos que se salgan con la suya habremos perdido nuestro futuro y el de nuestros hijo de una jubilación digna.


ÁREA EXTERNA DEL NÚCLEO LOCAL DEL PCE EN ALMANSA.-

martes, 11 de junio de 2019

¿Qué es la acumulación por desposesión?


El estudio de los flujos de capital, así como las relaciones sociales y contradicciones inherentes a ellos, son uno de los puntos clave del pensamiento marxista. En la obra de Marx titulada “El Capital. Crítica de la economía política” [1] a través de la teoría del valor se explica de manera muy detallada el proceso por el cual el capital se transforma y se acumula siguiendo una lógica bien definida. Tradicionalmente, el concepto capital  no tiene una definición fija ni demasiado precisa. Siempre se entendió como “el conjunto de elementos necesarios para iniciar un proceso de producción”. Sin embargo, al introducir Marx la idea de valor social del trabajo, la definición de capital es distinta a la anteriormente comentada.

En todo proceso de producción capitalista es bien conocido el ciclo:

                            D --→ M --→ D’   siendo D<D’

donde el dinero toma la forma de mercancía y ésta al intercambiarse se transforma en más dinero que a su vez vuelve a entrar en la cadena de producción. En este proceso entran en juego variables como dinero, salario, trabajo, precio, pero sobre todo el concepto de  plusvalía, que es el generador de riqueza del capitalista. Es por ello por lo que decimos que el capital se puede definir como un valor que es capaz de producir más valor.

Esta visión “clásica” no explica de manera intrínseca ni tiene en cuenta realidades como la economía sumergida o la competencia entre productores independientes. Aun así, aunque el ciclo tenga otra forma con más ramas y variables, el resultado final es exactamente el mismo: vender a mayor precio de lo que costó hacerlo. Este ciclo en el que parte del capital se va acumulando y otra parte regresa a la cadena de producción (por ejemplo mejorando la maquinaria de la fábrica) es el conocido como proceso clásico de producción.

Una de las cuestiones fundamentales de este proceso tiene que ver con el cómo y dónde se va acumulando el capital. Particularmente interesante es la última parte del libro primero de El Capital (sección 7) en la que Marx nos explica cómo en realidad la acumulación de capital históricamente ha ocurrido de manera violenta y en muchos casos al margen de la legalidad y la ética. Lejos queda esa imagen del capitalista visto como persona ambiciosa, con visión de futuro y mente preclara que está destinada al éxito frente a otra gente que, al no tener esas cualidades, solo puede ser subordinada de los capitalistas. La realidad es muy diferente, puesto que el verdadero problema (lo que llaman pecado original del capitalismo) es el bloqueo violento al acceso de los medios de producción por parte de los obreros lo que define y mantiene bien separadas esas clases. Ya que el obrero está privado de tomar lo que garantizaría su supervivencia, la única manera que tiene de salir adelante es a través de la venta de su fuerza de trabajo. Por lo tanto, más que hablar de una acumulación de capital deberíamos decir que es una apropiación de capital. O dicho de otra manera: lo que genera la riqueza del capitalista no es el trabajo en sí, sino la apropiación del trabajo ajeno.

Los cambios en los mecanismos de producción crean nuevas formas de acumulación más sutiles y diferentes a la primitiva expuesta por Marx. Pongamos un ejemplo. Supongamos que una fábrica se dedica a producir calzado. El capitalista invierte en maquinaria, materiales, transporte, etc, para producir mercancías que luego vende en el mercado. A través de las ventas obtiene un beneficio, puesto que el precio de venta es superior al de producción. Con ese dinero que saca, el capitalista puede seguir generando más capital mejorando las máquinas de la fábrica o ampliando la cadena de producción. Otra parte se la queda y otra parte de esas ganancias puede destinarlas a invertirlas en fondos o en otro tipo de negocio especulativo. De esta manera habría una especie de equilibrio entre el capital destinado a la especulación y el destinado a la producción. El papel del obrero en este escenario clásico es claro: vender directamente su fuerza de trabajo en el centro de producción del calzado para que el capitalista obtenga beneficio a través de la plusvalía que genera y que así el ciclo no se detenga para poder sobrevivir.

Pero actualmente el equilibrio entre esos dos tipos de capital no existe, inclinándose la balanza en favor del capital especulativo. Hay varios factores que han contribuido a ello. Por una parte, el hecho de que las infraestructuras blinden la libre circulación de capital a nivel mundial y que los centros de producción estén cada vez más deslocalizados y más precarizados. Esto ha provocado que esa parte de las ganancias que antes iba a mejorar los medios de producción ahora acabe convirtiéndose en capital especulativo. Otra razón por la que preferir ese camino es la inmediatez con la que se obtienen beneficios a través de la especulación. Actualmente los grandes fondos de inversión están constantemente cotizando en los mercados mundiales las 24 horas del día. Cuando cierra un mercado, van a otro...y si cierran todos, se inventan uno en una isla del Pacífico para que la inversión no pare. Por lo tanto, si para obtener beneficio productivo hay que esperar a que el ciclo se cierre, mientras que especulando se obtienen beneficios al instante, se va a preferir ese camino al otro. 

Ese desequilibrio, además de contribuir a la generación de las crisis capitalistas, hambrunas y guerras, ha redefinido los mecanismos de apropiación de capital. Como podemos suponer, en esta nueva lógica de acumulación capitalista la que peor parada sale es la clase obrera, que se va a ver forzada a rebajar el valor de su fuerza de trabajo, a ceder derechos conquistados en luchas pasadas y a ser cada vez más individualista para así ser más competitivos frente a otros obreros. Un capitalista siempre va a preferir contratar a un obrero no sindicado, trabajando trece horas en un taller, sin cobrar horas extras y en malas condiciones (en el país X) que a un trabajador que exija cobrar horas extras o simplemente lo establecido en el convenio colectivo (en el país Y). El hecho de que la frase anterior sea verdad para cualquier X e Y demuestra que eso de que “el capitalista DA trabajo” en realidad debería escribirse como que el capitalista reparte precariedad. El mecanismo de acumulación que vamos a presentar ahora está relacionado con lo que acabamos de exponer.

El término acumulación por desposesión fue introducido por D. Harvey y está presente en gran parte de sus ensayos. Él mismo lo explica de manera muy concreta tanto en sus podcasts [2] como en sus libros, y aquí solo voy a resumirlo para que contraste con el proceso original de acumulación por apropiación. De hecho, este texto supone casi una traducción de su episodio dedicado a este concepto.

Este nuevo tipo de explotación vive en paralelo con la explotación primitiva anteriormente mencionada. Una de las piezas clave de la supervivencia del  capitalismo actual es la centralización del mismo. Marx dejaba caer más o menos este concepto de centralización entendiéndola como pequeñas apropiaciones de capital que se iban haciendo para ir formando una estructura cada vez más compleja y así acabar dominando el mercado. En la actualidad hay varios ejemplos de empresas en Silicon Valley que han forjado un imperio a través de la apropiación de pequeñas estructuras de capital, ya sea adquiriendo apps o absorbiendo pequeñas empresas. Es decir, existe una manera de acumular capital no basada en la producción sino en la apropiación de los valores (activos) de otros. Para realizar estas operaciones se necesita crédito, liquidez, financiación. Por lo tanto, y como Marx dijo, el sistema crediticio es la herramienta principal para la centralización del capital. ¿Por qué? Pues porque si se corta el flujo de financiación hacia un activo, ese activo se seca y entra en bancarrota. Y este es justo el punto de partida de la acumulación por desposesión.

La manera en la que la acumulación por desposesión trabaja necesita de la complicidad del sistema centralizado del capital. Y esto lo consigue a través de prácticas ilegales, violentas, a través de la usura o del soborno institucional. El objetivo de esto es forzar al propietario de un determinado valor (que es perfectamente rentable si tiene liquidez) a abandonarlo para que la propiedad cambie de manos. Una vez cambia de manos, vuelve a obtener liquidez y de esta manera vuelve a ser rentable. 

En España hay un ejemplo muy muy claro de acumulación por desposesión: el negocio inmobiliario. Grandes empresas con exceso de capital especulativo se dedican a la compra de viviendas. Si un barrio tiene posibilidades de convertirse en una gran zona urbana de lujo con grandes expectativas de negocio, comienza un proceso de gentrificación forzosa. La estrategia es sencilla: ahogar a los propietarios mediante la extorsión para que abandonen las casas. Y esta extorsión se puede hacer de muchas maneras: dese forzar una subida del precio del alquiler hasta eliminar gradualmente servicios públicos. En el momento que el fondo adquiere la vivienda (o el terreno o el activo) vuelve a inyectarse liquidez y es rentable de nuevo. Todo hecho con maneras legales y otras ilegales.

Este mecanismo, como vemos, no es productivo sino especulativo: consiste en devaluar a través de trucos del mercado para después adquirir y luego revalorizar. Y en este negocio entran grandes empresas y fondos. Ahora mismo tengo en mente una conocida marca textil que se dedica precisamente al negocio inmobiliario.

La acumulación por desposesión afecta a otros muchos sectores, principalmente a servicios públicos conquistados por la clase obrera y reconocidos como derechos. Las grandes multinacionales saben que en el desmantelamiento de los servicios públicos hay un gran negocio que puede producir grandes beneficios. Con la complicidad de las estructuras de gobierno liberales (que garantizan mediante la fuerza la estabilidad de la propiedad privada) grandes empresas intervienen y se cuelan dentro de las estructuras de lo público, ya sea a través de donaciones interesadas u ofreciendo algún servicio concreto fuera de lo público. Es el caso que ocurre en la sanidad, la educación o las pensiones. Existen grandes fortunas que están deseando que universidades quiebren o que los hospitales colapsen para apropiarse de esos espacios que son públicos.

En resumen, aunque siempre existió, el hecho de que haya habido un exceso de capital especulativo ha revelado la existencia de otros mecanismos de acumulación diferentes a los procesos originales basados en la apropiación. Más que en el desarrollo industrial están centrados en la redistribución de los valores, de tal manera que siempre hay una clase que se ve despojada de ellos en favor de otra que los va acumulando. Esta parece ser la manera en la que el capitalismo va a evolucionar de cara al futuro. Por lo tanto, aparece otro tipo de lucha a la ya existente: la lucha por la redistribución.
 
   

Referencias

[1] “El Capital. Crítica de la economía política”, K. Marx, Akal (2010) Traducción V. Romano.
[2]  davidharvey.org

Jose Cuenca García

@joseAusOff



miércoles, 5 de junio de 2019

Por qué es necesario leer “El Capital”


Después de sufrir las consecuencias de la última crisis económica global, la que comenzó allá por el 2008, son muchos los que han decidido acercarse a los escritos de Marx para intentar comprender la realidad del capitalismo y los mecanismos que usa para seguir expandiéndose sin parar. En particular, muchos han buscado en El Capital las respuestas a muchas de sus preguntas.

De todos los caminos que hay para iniciarse en la aventura que supone leer El Capital creo que la mejor es la que sigue el profesor D. Harvey. Cada año realiza un curso en la universidad en el que analiza y nos enseña a entender esta obra. Los vídeos de las clases están disponibles de manera gratuita en su página web y además están subtitulados en varios idiomas (incluido el español) Complementando estas clases expositivas escribió dos libros para ampliar y resumirlas algo más [1] aportando nuevos enfoques y trozos concretos de textos que facilitan su análisis. 

Es muy fácil caer en la confusión de que toda la visión comunista está explicada en El Capital. Más concretamente no tiene nada que ver con el llamado materialismo dialéctico (o DIAMAT, propuesto por Plejanov). Nada más alejado de la realidad, puesto que en este libro (ni en ninguna obra de Marx) se menciona tal concepto. Ni siquiera se establece ni define lo que se conoce como cosmovisión o concepción del mundo (en realidad fue Engels el que empezó a desarrollar este concepto pensando que completaba la obra de Marx) Tampoco nos vamos a encontrar con un manual de praxis revolucionaria ni tampoco una guía para alcanzar el socialismo.

Podemos decir que El Capital es una explicación sobre cómo funcionan los entresijos del capitalismo a través de la teoría del valor. Y esto se explica en el primer libro de los tres que forman la obra El Capital. Hay que tener en cuenta que Marx solo acabó el primer libro y que fue Engels el que completó los otros dos. En mi modesta opinión, este primer volumen-y mas concretamente el primer capitulo de la obra-es la pieza clave para la comprensión del pensamiento marxista.

La base sobre la que Marx se apoya para construir su filosofía tiene tres patas fundamentales: por una parte, la teoría económica de Adam Smith y Ricardo. Segundo, el pensamiento filosófico alemán, especialmente centrado en Hegel. La tercera pata es el socialismo utópico de Moro, Owen o Fourier. A Marx le molestaba especialmente la visión utópica propuesta por estos pensadores, puesto que proponían una construcción social pero no decían cómo llegar a ella, es decir, no existía un método.

Marx hace uso del método dialéctico para realizar una crítica científica del capitalismo que además explica su dinámica. Nos dice cómo la sociedad burguesa va cambiando de forma para mantener la lógica del flujo de capital. Sin embargo, Marx nunca explicó su método ni escribió un tratado sobre la dialéctica. Lo que sí está claro es que ese método está presente a lo largo de toda la obra y podemos ir captando solo pedazos mientras nos zambullimos en su lectura.

Podríamos preguntarnos por qué tendríamos que leer este libro, si a fin de cuentas vivimos muy bien dentro del capitalismo. Después de leer el primer libro uno se da perfecta cuenta de cuáles son los mecanismos por los cuales los capitalistas acumulan capital a costa de la apropiación del trabajo ajeno. Además, se explica el concepto de dinero como forma de pago así como el salario.

Es por ello por lo que es muy importante volver a El Capital. Conceptos como trabajo, valor de uso-cambio, fetichismo, mercancía o plusvalía son esenciales para entender la lógica del movimiento del capital y su espiral destructiva. Proclaman los abanderados del liberalismo que esos términos son anticuados, viejos o pasados de moda, como si al nombrarlos fuésemos a  retroceder en el tiempo varios siglos. Ya se han encargado ellos de camuflarlos para que la clase obrera se confunda. Sin embargo, siempre estuvieron vigentes, nunca se han ido...y son esenciales para entender cómo derrotar a la explotación capitalista. 

Referencias

[1] “Guía de El Capital de Marx”,  (dos libros) D. Harvey, Akal (2016)
[2] “El orden de El capital”, L. Alegre Zahonero y C. Fernández Liria, Akal (2010)
[3] “El Capital”, K. Marx, Akal (2010) Traducción V. Romano.

Jose Cuenca García
@joseAusOff


jueves, 30 de mayo de 2019

La Trampa de la Diversidad

• Autor: Daniel Bernabé
• Género: Ensayo
• Idioma : Español
• País: España
• Fecha de publicación: 2018
• Título Original: La trampa de la diversidad
• Otras obras del autor: Derrotas y victorias
• Puntuación: ★★★★★








Este libro magníficamente escrito por Daniel Bernabe resulta imprescindible para entender la situación política actual y como el neoliberalismo ha conseguido situar a la izquierda en el espacio de lo simbolico, como hemos pasado de saber situar el conflicto principal (Capital-Trabajo) y tenerlo siempre presente a diluirnos en cientos de identidades y luchas parciales que han terminando laminando a la clase trabajadora, en el libro nos muestra como el capitalismo ha vaciado de contenido político muchos símbolos identitários históricamente de la clase trabajadora convirtiéndolos en simples objetos de consumo.

El autor del libro nos cuenta varias anécdotas que ilustran muy bien la situación actual, en una de ellas nos muestra hasta que punto la clase trabajadora ha perdido el rumbo y no sabe identificar cual es el verdadero conflicto, en ella cuenta como hay personas que se extrañan de ver a Javier Maroto del PP, una persona gay que se ha casado gracias a una ley progresista militando en un partido que ha denunciado esa ley al tribunal constitucional, y que pacta sin tapujos en Andalucia con un partido fascista y por ende homofobo, el quid de la cuestión es que Javier Maroto si tiene conciencia de clase, el si sabe que pertenece a una clase social y que sus intereses de clase están por encima de su interés personales de contraer matrimonio con su pareja.

Este muy recomendable libro es ademas de ameno es una herramienta para entender como hemos o mejor dicho como nos han traído hasta este punto, a pesar de no ser un libro académico es a mi entender necesario leerlo con un lápiz una libreta y marcadores.

Disfrútenlo


Salud y República.
Jose Carlos Fernandez.-

martes, 28 de mayo de 2019

Los ataques desde lo privado a la universidad pública



Hace poco escribí sobre una noticia relacionada con las donaciones de un conocido multimillonario a la sanidad pública. Concretamente, se trataba de una determinada tecnología puntera en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer. Allí comentaba los argumentos principales usados contra esta práctica y además añadía que estos gestos esconden intereses que nada tienen que ver con la filantropía.

Aquí voy a tratar de explicar uno de los principales problemas a los que se enfrenta la universidad pública: la apropiación de capital intelectual público para satisfacer los intereses privados. Lo haré poniendo como ejemplo un mecanismo cada vez más usado de contratación científica.  Que conste, y es muy importante decirlo, que este problema es algo generalizado. Esto ocurre tanto en física como en historia o filosofía. En este texto voy a contar cómo es la cara del enemigo en lo referente a la ciencia, pero no quiere decir que sea un enemigo diferente en otros campos. De hecho, cuanto más pregunto, más cuenta me doy de que el mecanismo de destrucción de la educación y sanidad públicas son exactamente el mismo.   

Soy científico de profesión, concretamente astrofísico nuclear. Gran parte de mi formación científica la hice en el extranjero (Alemania) donde la realidad es muy diferente a la que se vive en España. Sin embargo, en mi regreso me ha tocado enfrentarme a esa realidad.  Por desgracia estoy escribiendo estas líneas el mismo día en el que abandono de nuevo España para seguir mi carrera científica en Alemania. 

España no es, sin lugar a dudas, el mejor lugar para ser científico. No voy a analizar cómo se ha llegado a esta situación, pero basta echar una mirada a la historia reciente para darse cuenta de que la investigación no ha sido una prioridad estatal. Todavía en 2019 estamos dando tumbos buscando un modelo productivo eficiente; tarea más que difícil teniendo en cuenta que la entrada en la UE supuso el desmantelamiento de gran parte de nuestro tejido industrial para pasar a ser dependientes de lo producido por otros.

El desequilibrio entre el coste salarial de producción de las mercancías fabricadas y el margen de ganancias obtenido trae como consecuencia directa la precarización de la clase obrera. Está claro que al no disponer de un sector puntero a nivel internacional y debido a las normativas europeas es imposible alcanzar un punto óptimo de oferta-demanda ventajoso. En este escenario, los salarios son bajos y tenemos un empobrecimiento de la clase obrera.

Una de las respuestas a este problema está en la inversión destinada a investigación y desarrollo (I+D) pero nunca ha habido una apuesta ambiciosa real por crear un tejido productivo innovador desapegado de las dinámicas empresariales más vinculadas a la explotación de capital humano, quizás motivados por el espíritu cortoplacista por obtener ganancias económicas a golpe de esa varita mágica que es la explotación laboral.

¿Desde dónde se invierte en I+D? Pues o bien desde lo público o bien desde lo privado, ya sea en forma de empresas o donaciones. En cualquiera de los dos casos España no ocupa un buen puesto en comparación con otros países de nuestro entorno. El caso de lo privado está relacionado con lo anteriormente expuesto, ya que al carecer de un tejido empresarial fuerte es imposible que las empresas se ocupen al mismo tiempo de producir e invertir en I+D. ¿Y lo público?

Las continuas políticas de recortes han precarizado todavía más la investigación que realiza la clase obrera en las universidades públicas. Y decimos bien clase obrera, puesto que, aunque se vincule la imagen del obrero a un trabajador de baja o media cualificación, altas cualificaciones como las necesarias para los puestos de investigación universitaria también sufren condiciones laborales próximas a satisfacer, en cuanto a salario, mínimos de supervivencia. Desde los estudiantes de doctorado, pasando por investigadores retornados sin estabilizar o los contratados a proyecto sufren la realidad de los contratos basura de menos de 700 euros netos mensuales y las malas condiciones laborales dentro de la universidad, enganchando contratos de pocos meses de duración con varios meses de paro durante los que también se trabaja sin estar asegurado.

La lucha por la supervivencia de un proyecto de investigación, además de fomentar  el canibalismo entre grupos por la escasa financiación disponible, desvirtúa el valor de uso que le corresponde a una institución pública como es la universidad: el beneficio social que supone.

Este contexto ha llevado a algunas universidades a la bancarrota o a estar en deuda permanente. Como servicio público que es, el argumento económico no debería entrar en discusión: es un servicio y se tiene que dar. Sin embargo, hay un problema importante relacionado con la estructura interna universitaria. El hecho de que el personal estabilizado (profesores titulares y catedráticos, principalmente) tengan un desequilibrio entre el número de horas de investigación-docencia y la imposibilidad de ofrecer contratos dignos de personal investigador dificulta ese retorno social. Por lo tanto la universidad tiende a acumular profesorado dedicado a docencia (sin apenas horas de investigación) y sin dinero para atraer a gente que realice esa tarea investigadora. 

En este escenario las empresas privadas han aprovechado la ocasión para intervenir en lo público. La estrategia consiste en hacer uso de las estructuras de la universidad publica para proponer un proyecto del que luego sacan un jugosísimo beneficio económico a cambio de un coste ridículo en comparación a lo invertido. Voy a poner un ejemplo real para describir una de diferentes prácticas usadas por estas empresas.

Supongamos que una empresa privada, que se dedica a un determinado sector, recibe una ayuda pública para llevar a cabo un proyecto. Por ejemplo, la construcción de un determinado dispositivo que puede ayudar a tratar el cáncer. Para realizar esa tarea se requiere de personal altamente cualificado y con formación científica. En lugar de ofrecer contratos en el mercado laboral privado, lo que la empresa hace es ir a la universidad pública. La empresa se aprovecha de la escasez de financiación para ofrecer una especie de simbiosis, es decir, la empresa se convierte de repente en partner del proyecto de investigación. La universidad abre un contrato de investigador dentro de un grupo que en realidad va a ser aprovechado por la empresa. A cambio, el grupo recibe migajas en material, servicio técnico u otro servicio que sea de ayuda en la línea principal de investigación del grupo. Por seguir con el ejemplo antes propuesto, un físico de partículas es contratado en el departamento de nuclear para que trabaje para una empresa privada y financiado por ésta. Cada vez que una empresa usa personal universitario, la universidad recibe un porcentaje del valor del contrato (como una especie de comisión) De esta manera la universidad recibe dinero por una plaza que no paga y así puede ayudar a solucionar sus problemas económicos. ¿Dónde está el truco? En las patentes.

Una vez desarrollada la máquina del ejemplo, la empresa privada va a ser dueña de la idea y puede patentarla sin problemas y así obtener beneficios derivados de su venta (en particular a instituciones públicas como los hospitales). De esta manera, si nos fijamos en el flujo de capital, vemos que desde lo público se ha beneficiado directamente a lo privado a costa de la precarización laboral. De esta manera, las universidades, con tal de pagar su deuda, se han convertido en algo más parecido a una  ETT al servicio de lo privado que a un centro de desarrollo de conocimiento y formación científica. Y a esto se ha llegado debido a las necesidades económicas que atraviesan tanto las universidades (como entidad) como los grupos de investigación, que  prácticamente se ven forzados a claudicar a estas prácticas con tal de sobrevivir y continuar con su línea investigadora.

Ya no es raro encontrar, en las universidades públicas, cátedras patrocinadas por multinacionales. Por ejemplo, podemos encontrar la “cátedra Burger King de la Universidad de Extremadura”  o la “cátedra UCM-Pfizer” por poner solo dos ejemplos. Esto supone poner al servicio de los intereses privados las estructuras públicas. Lo que en principio puede parecer una simbiosis o colaboración mutua acaba siendo una relación de sumisión de lo público en favor de lo privado. Ésto, ademas de suponer una contradicción del valor de uso de la universidad, es un peligro para el propio avance científico, pues al ser los intereses de una empresa privada meramente económicos -y en absoluto de progreso científico- tienden a obviar o intentar aminorar en lo posible los recurso y esfuerzos destinados a una parte imprescindible y porcentualmente elevada de la naturaleza intrínseca de la investigación científica que es el desarrollo de experimentos fallidos; imprescindibles por su carácter de allanamiento de las sendas encaminadas a descartar opciones que no van a funcionar y que permiten orientarse hacia la consecución de lo proyectado, por lo que gran parte de la investigación básica puede desaparecer al no ser de su interés.  Además, se corre el riesgo de introducir un sesgo en las investigaciones si al final los resultados no son interesantes para la empresa. Es importante destacar que en ciencia tan importante es saber si algo ha funcionado como si no.

Por ello es necesaria una apuesta por la inversión en empresa pública que sea capaz de patentar y exportar avances tecnológicos. Esto se consigue partiendo de los resultados obtenidos de la investigación básica realizada en las universidades y transformándolos para que sean de interés público. No toda investigación está destinada al éxito empresarial, pero es muy necesario que esos nuevos conocimientos supongan un avance en la tecnología de interés público y se realicen desde lo público.  Lo que a todas luces es incomprensible es que una empresa privada reciba ayudas públicas para desarrollar mercancías cuyos beneficios van íntegramente para ella y esto se haga a costa de la explotación de capital humano público.

Cada día vemos cómo la teoría liberal que defiende los intereses del capitalismo transforma la concepción de la realidad científica hasta convertirla en pura mercancía que se puede comprar y vender. Hoy muchas universidades pelean por la obtención de distintivos de calidad y excelencia investigadora que las haga más atractivas a futuras inversiones. Sin embargo, la realidad es que detrás de esos sellos de excelencia está la precariedad laboral y la lucha por conseguir las migajas de lo que se invierte en investigación y así que su línea investigadora sobreviva. Y esto ocurre incluso dentro de grupos que son parte de una colaboración a nivel internacional, donde además se añade el problema de la deslocalización y así la lucha por la obtención de capital es más amplia y entran más variables en el juego. Aquí solo hemos tratado el problema a nivel nacional, en lo que toca a nuestras universidades y su impacto en nuestro desarrollo. El papel de esos grupos dentro de las colaboraciones internacionales y las inversiones estatales en ellos merecen otro capítulo.

Jose Cuenca García

@joseAusOff

domingo, 26 de mayo de 2019

Esto de la filantropía burguesa ya esta inventada


La gente que me conoce sabe perfectamente que vivo sin televisión desde hace muchos años. El único contacto que tengo con las emisiones generalistas ocurre cuando estoy de visita en casa de mi madre, donde quiera o no algún tipo de programa me tengo que tragar. Aproximadamente esto ocurre dos semanas al año (una en verano, otra en invierno) y he de decir que cada vez me sorprende todo a peor.

Hace cosa de unos días, por casualidad, mi madre estaba viendo por televisión cómo un conocido cantante hablaba sobre las recientes donaciones de uno de los empresarios más ricos del planeta a nuestro sistema sanitario público. Me refiero, como no, a esta noticia: https://www.20minutos.es/noticia/3648485/0/donaciones-amancio-ortega-me-parecen-ejemplares-sostiene-belarmino-feito-fade/

A la vista está que estos días el tema es fuente de polémica y parece que nuestra sociedad se ha polarizado entre los que consideran esto como una bendición y los que la consideran algo reprobable.

Yo soy comunista (en realidad siempre seré un aprendiz de comunista) y como tal creo que es necesario un análisis desde el punto de vista de la lucha por las cosas que se tocan y se comen. Esa lucha entre agentes contrapuestos existe y es lo que hace que la sociedad se mueva.  Sin embargo, la información de los grandes medios está elaborada desde otro punto de vista y es muy fácil alejarse de un análisis materialista para caer en otro que apela a los sentimientos y sensaciones de las personas que consumen esa información. 

No es raro, por lo tanto, encontrar razonamientos del tipo “¿qué daño puede hacer una donación multimillonaria? En la sanidad habrá los recursos de siempre más esa ayuda”. Este y argumentos similares son el ejemplo más claro de cómo el mensaje (neo)liberal ha calado en el subconsciente colectivo. El autor marxista David Harvey ha descrito estos mecanismos en varias de sus obras [1,2,3] donde se analiza de una manera detallada los intereses de las grandes fortunas en controlar los servicios públicos.



La sanidad es un servicio público, y esto es un derecho que ha sido conquistado a través de la larga lucha obrera. Como servicio público que es no busca el beneficio económico directo, sino la rentabilidad social. Es decir, al igual que la educación, la sanidad repercute directamente en el beneficio de toda la sociedad.

Actualmente, el sistema sanitario público se financia a través de la parte de los presupuestos generales del estado destinados a cada comunidad autónoma, así como con impuestos sobre servicios y consumo en cada región. O sea, cada vez que compramos algo en una tienda estamos aportando al sistema sanitario. Además, la asistencia es universal y completa.

Aunque siempre ha sido su deseo, la última crisis capitalista (que comenzó en 2008) fue la definitiva puerta de entrada para que las grandes corporaciones privadas se repartiesen el suculento negocio que suponía desmantelar los servicios públicos. Esto no es nada nuevo y ha sido el estandarte del modelo liberal: las barreras al flujo de capital no existen, y son los estados los que deben controlar mediante los medios coercitivos la propiedad privada. Sirvan como ejemplo Chile, Reino Unido o la caída de la URSS, donde la esperanza de vida cayó de golpe del orden de siete años después del desmantelamiento de los servicios públicos.

La ausencia de barreras al flujo de capital y la protección de la propiedad privada han hecho posible un desequilibrio que se decanta a favor del capital especulativo en detrimento del capital productivo. Por ello, los grandes empresarios no solo forman un imperio a partir de la globalización de la precariedad obrera, sino que también acumulan capital inmobiliario con el que especular o bien forman parte de fondos de inversión. Aquí es donde entran los mecanismos de ingeniería fiscal que hacen posible la magia de la evasión de impuestos.

Es precisamente el argumento de la evasión de impuestos el que ha sido utilizado recientemente contra la donación que Amancio Ortega ha hecho por valor de 320 millones de euros a la sanidad pública, más concretamente a través de unas máquinas capaces de tratar ciertos tumores. Esta manera de filantropía no es nueva: ya Engels escribió sobre ella en 1845 [4]:

Usted dice que los ingleses ricos, que han creado establecimientos de beneficencia como no se ven en ningún otro país, no piensan en los pobres? Sí por cierto, ¡establecimientos de beneficencia! ¡Como si fuese ayudar al proletario el comenzar por explotarlo hasta sangrar para luego poder desagraviarlo con complacencia y farisaísmo con vuestro  prurito  de  caridad  y  presentaros  ante  el  mundo como grandes benefactores de la humanidad, mientras devolvéis a ese desdichado que habéis exprimido hasta la médula, la centésima parte de lo que le corresponde!” (Capítulo “la posición de la burguesía frente al proletariado”)
O sea, toda la riqueza que han acumulado a base de la explotación obrera y de la evasión fiscal es devuelto en forma de migajas a los explotados. En el fondo es manejar dinero que no es suyo y además tener beneficios fiscales por ello.

Sin embargo, el argumento de los impuestos debe de ser completado con algo más. En mi opinión existe un riesgo todavía mayor: el intrusismo de los capitales privados en lo público. Esa intrusión puede acabar completamente con el objetivo principal de cualquier servicio público, a saber, la rentabilidad social. Se corre el riesgo de convertir un servicio en una red de clientes. Estos falsos actos de filantropía no son gratuitos, puesto que en el fondo van tejiendo relaciones de dependencia y sensación de impunidad con los capitales privados.

En resumen: el estado de un servicio público no puede depender de la motivación personal de un gran capitalista hacia una determinada enfermedad. ¿Por qué no se hizo lo mismo con los pacientes de Hepatitis C que veían cómo se les negaba el tratamiento por razones económicas? Las máquinas que ha donado Amancio Ortega no suponen una innovación ni novedad en el tratamiento contra el cáncer: ya existen, son el resultado de una línea previa de investigación. Nunca se ha argumentando sobre las políticas de prevención. Y eso no es una decisión económica: es una decisión política. Además, siempre son los servicios que más afectan a la clase obrera los que están en el punto de mira de estos falsos filántropos. Muy extraño es ver estos gestos de caridad con el ejército o las fuerzas de seguridad del Estado. Por ello, es muy necesario mantener la suficiente firmeza política para protegerlos y no desvirtuarlos hasta convertirlos en dependientes de la beneficencia o caridad.

Referencias

[1] “Breve historia del neoliberalismo”, D. Harvey, Akal (2007)
[2] “El enigma del capital”, D. Harvey, Akal (2012)
[3] “Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo”, D. Harvey, Traficantes de sueños    (2014)
[4] “La situación de la clase obrera en Inglaterra”, F. Engels, Futuro (1845)

Jose Cuenca García 
@joseAusOff                                                                                                                www.facebook.com/JCuenca


martes, 18 de diciembre de 2018

Encuentro con Embajador de Nicaragua organizado por Núcleo Local PCE Albacete y UJCE Albacete 15.12.2018

En la tarde del sábado 15 de diciembre tuvimos el honor el Nucleo Local del PCE en Albacete y las UJCE de poder contar con el Embajador de Nicaragua en España, que vino en esta ocasión acompañado de la ministra consejera de la embajada, Milagros Urbina.

Posteriormente acudieron a un encuentro con simpatizantes y militantes del partido en la sede de IU Albacete, donde fueron recibidos calurosamente por la militancia comunista de Albacete y provincia.

Primero realizó una rueda de prensa en el Ateneo albacetense para una buena cantidad de medios de comunicación congregados en este espacio, explicandoles la situación se encuentra el país después del intento de golpe se produjo el pasado verano.

Ya en la sede los/las camaradas tuvieron constancia del gravísimo momento historico tuvieron que hacer frente meses atrás en Nicaragua, con todas las fuerzas de la reacción dispuestas a tumbar al gobierno democratico de Daniel Ortega. Con todo nos explico que "las protestas y el calentamiento de calles finalizaron el 15 de julio, desde entonces el país está totalmente en calma, está reactivándose la economía, el comercio y el turismo, y se ha puesto en marcha una política de recociliación y paz"

Nota de prensa del Núcleo Local del PCE en Albacete y UJCE *


NICARAGUA RECUPERA LA PAZ Y LA SENDA DEL CRECIMIENTO ECONOMICO

El pasado sábado 15 de diciembre de 2018 el embajador de Nicaragua en España, Carlos Midence, visitó por segunda vez la ciudad de Albacete en compañía de Milagros Urbina, ministra consejera de la embajada, atendiendo a la invitación del Núcleo Local del Partido Comunista de España (PCE) y la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE).

Los actos realizados se centraron en una rueda de prensa a la que se invitó a todos los medios con presencia en Albacete, un recorrido por la ciudad y un encuentro con afiliados de ambas organizaciones y personas cercanas.

El embajador, Carlos Midence, y la ministra consejera, Milagros Urbina, extienden una cordial invitación a toda la opinión pública a conocer Nicaragua, resaltando el retorno de la paz y la recuperación de la senda del crecimiento económico después del intento de golpe de Estado del que fue objeto durante los meses de abril a julio de 2018 por parte de grupos políticos de extrema derecha disfrazados de ONG, asociados al crimen organizado y financiados desde el exterior. En estos hechos violentos el balance de víctimas es de 198 personas asesinadas por disparos de armas de fuego de los violentos, 22 policías nacionales muertos, y 1240 policías heridos graves; el resto de víctimas son personas pertenecientes al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quienes fueron objeto de secuestro, tortura, tratos degradantes e inhumanos por parte de las bandas de terroristas, como consta en las publicaciones de sus propias redes sociales.

La acción violenta de los golpistas provocó daños cuantiosos en la infraestructura del país: 254 edificios públicos dañados, 209 kilómetros de calles y carreteras destruidas, 279 máquinas pesadas destruidas y 389 vehículos destrozados. Estos actos ocasionaron graves pérdidas económicas a la economía del país. Por ello el embajador desmiente la versión de la existencia de presos políticos; las 273 personas detenidas como respuesta constitucional del gobierno serán juzgadas conforme al código penal por los delitos señalados anteriormente. En ningún caso por diferencias de opinión o la realización de protesta pacífica.

El gobierno de Nicaragua, comprometido con la reconciliación y la paz, ha emprendido acciones de políticas, sociales y económicas para promover desde la escuela, la familia y la comunidad, valores y prácticas de respeto, solidaridad, dialogo, encuentro y convivencia armoniosa de todas/os los/as nicaragüenses.

Precisamente por ello, desde Albacete el embajador y la ministra hacen un llamamiento a conocer de cerca la realidad de Nicaragua; resaltando que se ha recuperado la paz y la senda del desarrollo social, económico y cultural del país después de tres meses de asedio golpista. Llamaron también de manera cordial a empezar a considerar a Nicaragua como un seguro y atractivo destino de vacaciones de verano y/o invierno por sus potencialidades para el desarrollo del turismo cultural y social.

Por su parte, el PCE Albacete ratifica su deseo de la continuidad de la paz y de reconciliación para el sufrido pueblo de Nicaragua después de dos siglos de agresiones continuas de las que es objeto por parte de todos los gobiernos de EEUU y sus gobiernos cómplices en América latina. Manifestamos nuestro apoyo al gobierno legítimo del FSLN y a su presidente, Comandante Daniel Ortega.

Enlace al documento PDF de la Nota de Prensa del Núcleo Local del PCE Albacete: Pichad aqui



Imagenes del encuentro




Video del encuentro



 
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